Perfil Ideal del Juzgador en México: Ética y Humanidad en la Impartición de Justicia

El Poder Judicial de la Federación representa, la parte del estado mexicano destinada a resolver los conflictos legales; con base en esto, es dable referir que con mucha frecuencia, se insiste en establecer un perfil del juzgador que permita determinar la persona ideal para que ocupe tan fundamental cargo; de forma común, intentamos establecer como parámetros a enaltecer por parte de tan emblemáticos funcionarios, su conocimiento jurídico, sus habilidades, valores intrínsecos; además de cumplir con los requisitos que la legislación aplicable les exige; motivos por los cuales, tanto la institución como la propia nación, los ha dotado de una sólida formación jurídica en las ramas del derecho en las cuales habrá de desempeñarse, actualizándose día a día.

Habilidades y Ética en la Función Jurisdiccional

En este contexto, existen una serie de habilidades que la persona debe tener cuando aspira a la función jurisdiccional, alguna de las cuales deben estar ya presentes desde el momento de la selección, otras pueden ser adquiridas y todas ellas, sin lugar a dudas, robustecidas durante el ejercicio de la función mediante un sistema de formación continua integral; pero orbitando todas bajo un eje rector, como un elemento ético fundamental, generador de valores e identificador de los mismos que deberá estar sólidamente construido en forma integral, donde tenga cabida lo personal, lo social y lo moral.

Es importante priorizar este factor ético, tendrá una doble función: estructural y actuante; en el primer caso, la persona que ostenta el cargo de juez debe estar formada a través de los valores fundamentales del ser humano, particularmente la justicia y la equidad; y, por la otra, ser capaces de desentrañar los valores constitucionales que la misma sociedad le reclama.

El Diseño del Perfil del Juzgador Federal

El diseño del perfil de un juzgador federal, presupone tener claro un modelo que responda a las expectativas y necesidades de la sociedad mexicana del siglo XXI, que los tabús, estereotipos o simples fobias no lo hagan nublar su tenaz conocimiento para encontrar siempre la verdad; esto es, que vaya más allá de cumplir ciertas normas de conducta (y no incurre en responsabilidad penal, civil o disciplinaria), sino aquella, que ha desarrollado profesionalmente, personal y hasta sentimentalmente ciertos rasgos de carácter que constituyen no solo las virtudes judiciales sino humanas, enalteciendo en todo momento la actitud, la tolerancia, la dignidad, honestidad, educación, igualdad, pero sobre todo el respecto.

La Importancia de la Actitud y la Virtud

Es importante destacar que la actitud debe de entenderse, como la manera de actuar de una persona o de enfrentar algo o a alguien, determinada por su estado de ánimo, su forma de pensar o su carácter, es decir, el actuar a partir de cuestiones relacionadas con lo afectivo o cognitivo de la persona o situación y sobre todo, es importante vincular esta simple palabra con la diversa que es “virtud”; binomio que puede y llega a ser, para una juzgadora federal, tanto su ventaja como su desventaja, toda vez que no solo debemos establecernos en un solo plano jurídico frente al operador jurisdiccional, pues sería desconocer la humanidad inherente al mismo servidor público y ver a dicho ente como unidimensional, cuando no es así; de ahí que, dentro del rol de una juzgadora federal (vista como el ser humano), en cuanto a la organización y distribución del trabajo, es importante tener en consideración que el apoyo dado por los servidores públicos y empleados del tribunal es fundamental para que la impartición de justicia se lleve a cabo satisfactoriamente.  

En consecuencia, en sus relaciones interlaborales debe mantener una actitud de respeto y cortesía, condiciones que dada su calidad de servidor público le impone procurar una prudente disposición a brindar las explicaciones y aclaraciones que le sean solicitadas y resulten procedentes, oportunas, conducentes -reiterando- siempre bajo los más altos estándares de respeto absoluto, sin pretender sobajar, humillar, menospreciar o si quiera denostar despreció hacia su inmediato inferior, sea por su condición económica, cultural, académica, religiosa, género; porque, de no hacerlo así, generaría un ambiente laboral menos propicio para el desarrollo individual y colectivo de las tareas del juzgado.  

Valores y Actitudes del Juzgador Federal

Dentro de los valores y actitudes que deben ser el estandarte de cada juzgadora federal, debe encontrarse entre otros la sensibilidad social y humanística, a través del respeto hacia cualquier persona, sin que ello implique mermar su autoridad institucional pero sin llegar al extremo de violentar por alguna diferencia los derechos humanos de su personal.

Por otra parte, en el desempeño de su labor, la responsabilidad de los jueces, dada su esencial función en un estado democrático y de derecho, debe ir más allá de la que se deriva de una sanción disciplinaria ante un comportamiento irregular previamente tipificado en un listado de faltas; debemos aspirar a que los jueces tengan interiorizado un comportamiento ético que guíe sus actuaciones de manera esencial y completa, frente a los justiciables y los ciudadanos en general.

Resumen: El Juzgador Virtuoso

En resumen, el juzgador virtuoso es aquel que combina la excelencia técnica con la ética y la responsabilidad, actuando con independencia, imparcialidad y profesionalismo para asegurar la impartición de justicia.

Sin olvidar lo más importante…. el factor humano, pues no debe olvidarse la benevolencia en el trato, que se basa en la bondad del juez en tres vertientes; con los litigantes, con los colegas y con el personal del órgano jurisdiccional.

A manera de cita, resulta conveniente hacer alusión a expresado por Eduardo J. Couture “Que el juez sea un caballero, que sea un señor, y si sabe derecho mejor”.

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